Logo centro de yoga Sudhami de Javier Fernández

acerca de mi

Mi forma de salud y vida

Con apenas 22 años tenía fases en mi vida en las que sentía que era el hombre más feliz del mundo y otras en las que mi mundo se caía en mil pedazos. No entendía qué me estaba pasando, qué sucedía.

Dhanañjaya (Javier Fernández González)

Comencé a indagar y a experimentar de formas diferentes hasta que conocí el yoga y la meditación en el año 2004. No solo calmaron mi ansiedad y me inundaron de paz sino que además comencé a vivir experiencias que me marcarían de por vida. Eso fue el final y el principio.

Al comenzar con el yoga entendí que era lo que había buscado durante toda mi vida. Este me daría y me da infinitamente más de lo que yo le doy y es por eso que me siento en deuda con él. Decidí entonces que marcharía a India a estudiar y a vivir el yoga desde la raíz en cuanto me fuera posible.

Finalmente, pasé allí 2 años inolvidables (2007-2009), donde conocí y me inicié por medio de mi maestra, Mata Amritanandamayi, en la tradición yóguica milenaria y en la vida monástica. Al volver de India continué viviendo este tipo de vida dos años más en su Ashram de Barcelona. Toda esta experiencia me hizo entender que para ayudar a la gente, primero tenía que conocerme y ayudarme a mí mismo.

En el 2010, después de diferentes formaciones de yoga, comencé en Iyengar Yoga con Jordi Martí y desde entonces he ido acompañado de la mano de esta práctica allí donde he estado. Por su complejidad y exigencia no ha sido una práctica sencilla. Sin embargo, cada día doy más gracias de cómo el Yoga va moldeando mi vida.

Después de años de esfuerzo y cambios, en noviembre del 2019, justo en la misma fecha que comencé con mi práctica de Iyengar, cierro este círculo que tantos beneficios y alegrías me ha regalado.

Yoga y Dios para mí son lo mismo. Creo en una práctica integral de yoga, meditación, estudio, asanas, canto de mantras, servicio desinteresado, amor consciente, pero sobre todo creo que es muy importante vivir con alegría e intensidad todo lo que hacemos, pues eso nos lleva a un estado de unión entre nosotros y el Universo.

A día de hoy continuo vinculado a la obra humanitaria de Amma y al servicio desinteresado.

Soy un amante de la meditación, la naturaleza, de mi familia (incluido mi perro Urko) y de la música, adoro tocar el harmonium y cantar música devocional.

Tengo diferentes formaciones de yoga desde 2008 (yoga Sivananda, yoga Nidra, meditación…), pero la que verdaderamente me lleno fue la de yoga Iyengar que ocupo 9 años de mi vida llena de desafíos. Por supuesto me considero un alumno eterno de este camino tan bello.

Actualmente me encuentro formándome como psico-osteópata de la mano de Antonio Arcos y Rafa Contreras.

Javier Fernández practicando la postura de yoga Perro de Tres Patas

Instructor

Javier Fernández de la Escuela de Yoga Sudhamani Practicando relajación

Meditación

Javier Fernández tocando la frente de una paciente durante una sesión de Psico-osteopatía

Psico-osteópata

"A través del yoga el ser humano entra en contacto con el alma, así que el yoga es un arte espiritual."

«A través del yoga el ser humano entra en contacto con el alma, así que el yoga es un arte espiritual.»

El yoga aporta salud y felicidad al practicante; por ello es tanto un arte curativo como práctico.

Cuando la belleza y la armonía de las āsanas son apreciadas por espectadores, el yoga se convierte igualmente en un arte escénico.

 

Lo que mis clientes dicen de mí

Descubrir este centro de yoga ha sido una verdadera bendición. Me siento más fuerte, flexible y en paz desde que empecé. Javier es increíblemente dedicado y la atmósfera es simplemente mágica.

Cada clase es una oportunidad para crecer y conectar con mi verdadero ser. Recomiendo este lugar a todos los que buscan mejorar su bienestar físico y emocional.
Anna Mitra

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Nuestros programas están diseñados para todos los niveles, desde principiantes hasta practicantes avanzados, permitiéndote desarrollar fuerza, flexibilidad y paz interior